El pasado 27 de agosto Noemi Parra participó como ponente en las IV Jornadas de Vida independiente y sexualidad: el derecho a decidir libremente organizadas por Copidis en la Ciudad de Buenos Aires (Argentina). La temática tratada en la ponencia fue la diversidad y el género en la discapacidad, articulando la ponencia en tres aspectos:
1. Marco: SEXUALIDADES DIVERSAS
2. Particularidades: DIVERSIDAD FUNCIONAL EN LA SEXUALIDAD
3. Propuesta: APOYOS COMUNITARIOS A LA SEXUALIDAD
La experiencia sexual humana es un aspecto fundamental de la vida. Diversas disciplinas científicas, entre ellas la Sexología, y los colectivos en defensa de los derechos sexuales, llevan mucho tiempo tratando de diseñar un terreno de juego donde quepan todas las sexualidades, pero todavía no se puede decir que se haya conseguido desde un punto de vista práctico. Algunas sexualidades siguen en situación de desventaja y exclusión, aunque puede que se haya conseguido ampliar el terreno de juego, no todas lo transitan con la misma consideración y equidad. Concretamente, se centró en la diversidad funcional y la sexualidad no heterocisnormativa o sexualidades disidentes de la normatividad de género ya que son realidades que comparten ciertas prácticas y espacios simbólicos de exclusión. Partiendo de su experiencia de trabajo en este terreno, pueden encontrarse con especiales dificultades en su experiencia sexual cuando ésta, además, no es heterosexual o cissexual y su expresión de género no se adecua a la norma social.
Con sexualidades no normativas, engloba toda una serie de experiencias diversas en cuanto a la sexuación, el deseo, la identidad, la erótica y la orientación relacional… en muchas ocasiones, todo ello ha quedado encerrado en la etiqueta “homosexualidad”. Defendió que la diversidad es un hecho constitutivo de la experiencia sexual humana, por lo que la sexualidad es diversa o no es. Además de por una cuestión básica de democratizar la vida garantizando los derechos sexuales y reproductivos a todas las personas, poner la diversidad sobre la mesa, cuestiona la naturalización de determinadas normas sociales que hoy por hoy siguen pesando en el imaginario social constriñendo nuestras posibilidades de vivir y expresar nuestra sexualidad de forma autónoma. Se refirió a la heterosexualidad como modelo social dominante, la vinculación con la reproducción, la expresión erótica con el protagonismo (y en ocasiones casi exclusividad) de la penetración peneana-vaginal, la monogamia, la patologización de las rupturas de las normas de género, la naturalización de la identidad sexual… Por lo que su propósito fue reflexionar sobre ello, lo que permite dignificarla y señalar las necesidades de apoyo para una sexualidad satisfactoria, así como la responsabilidad comunitaria en esta tarea desde una óptica universalizadora. Cuando hablamos de la sexualidad no hacemos referencia a una sexualidad especial o diferente, es una sexualidad como cualquier otra cuya particularidad se encuentra en la norma capacitista y cómo esta se relaciona con la normatividad sexual.
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